martes, 2 de septiembre de 2008

Marchas Forzadas...

Todos estamos enterados de la marcha nacional del pasado sábado llamada, al mas puro estilo marta-sahagunesco, “Iluminemos México”.

Cuando veo este tipo de eventos, me cuesta un poco entender el por que se llevan a cabo, cuales son sus verdaderas causas y cuales son los beneficios o resultados, si es que hay alguno mas allá de regresar a casa con la satisfacción de decir: “Hoy hice algo por mi país”. bS.

La marcha fue la cereza en el pastel que se gesto después del lamentable asesinato de un niño de 14 años. No es el primer niño secuestrado, seguramente no es el primer asesinado, y aunque nos gustaría que así fuera, no será el último. Sin embargo, este niño de apellido Martí toco las esferas altas –muy altas- del poder económico nacional y mundial. El socio de los Martí es primo del hombre más rico del país y 2do del mundo. Él mismo levanto la voz y dirigió un mensaje a las autoridades, matizando un ultimátum para las administraciones vigentes, o por lo menos eso indica el mas puro e idealista pensamiento del ejercicio del poder económico. Ahí es donde el impulso mediático cobro fuerza y donde todos los “chavos buena onda que quieren un México libre de injusticias” convocaron a este tipo de manifestaciones. Si entras a la página de tan honrosa organización, los argumentos para la convocatoria no difieren mucho a los deseos de cualquier aspirante a Miss Universo: “Paz mundial y menos hambre”. Y ya.

La marcha se convoco, se publico en todos los medios impresos y virtuales, y los oportunos amantes de México empezaron a brotar a diestra y siniestra. Deportistas famosos, artistas televisos y un montón de “celebridades mexicas” se dieron cita en esta junta a la que llegaban escoltados. ¿con que propósito? ¿Bajo que impulso? ¿Buscando que resultado?

Muchos de los ahí manifestados estarián de acuerdo en que las manifestaciones solo sirven para desmadrar el trafico y para ponerle en la madre a la agenda del prójimo. Seguramente mas de uno ponían jeta de “pinches nacos!” cuando se topaban en Reforma con alguna marcha en contra de las acciones de Atenco o cualquier otro atropello a los derechos humanos ejercido por la autoridad. ¿Cual es la diferencia ahora? ¿Es menos importante la vida de un niño de atenco o Chiapas, que la de un acomodado de Bosques? No. Es solo que no tiene cobertura particular y al final, un asesinato entre el proletariado es un numero. No es un Fernando Marti, ni un Vargas, ni un “cualquier otro apellido de familia que sale en la revista Quien”.

Y otra pregunta que me viene a la mente: ¿Qué tipo de delincuencia se quiere combatir? ¿Estamos en contra de todo tipo de delincuencia organizada? ¿Neta? Por que si así es, ¿que hacían ahí artistillas a los que hemos visto en alguno que otro antrito oscuro hasta su madre de los efectos benefactores del polvo nasal maravilloso y compartiendo abrazos y besos después de la ingesta de una o varias “happy pills”? Mmmm… ¿O estamos en contra del secuestro, pero que no nos quiten nuestra dotación de dulces para el reven?

Aunque la idea no es mala, y es cierto que se debe de exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber y de sus responsabilidades, no creo que una marcha sea el punto final al esfuerzo del pueblo. Si de verdad se quiere tomar este impulso en donde no importan los colores que se abanderen y todas las corrientes se fundan en un solo río blanco, la labor no esta en marchas y mítines. Está en la consciencia ciudadana, en la labor y responsabilidad de cada uno, ejercida cuando estas al volante de tu automóvil, cuando estas en triple fila, cuando das mordidas, cuando extorsionas a tu socio, cuando buscas como ampararte por que te da hueva cumplir, cuando discriminas, cuando –como bien apunta Manolo en su post de ayer- le hablas a tu dealer para que te consiga tachas y papeles, cuando compras piratería, cuando te eximes de la responsabilidad que como ciudadano también tienes por hacer que la ley se respete, respetándola.

El grito de guerra de todo este movimiento salio del pecho del padre de Marti, y el cual es perfectamente entendible dado el sufrimiento al que fue expuesto: “Si no pueden, que renuncien”.

El pedo no creo que sea que renuncien. El pedo es, si renuncian ¿quien toma el lugar de ellos? ¿Quien lo quiere? ¿Quien dijo “yo!”? ¿Qué hubiera sucedido si ayer, por cualquier malviaje que hubiera tenido el preciso o Ebrard, se hubieran plantado en la marcha y dijeran: “Ok! No pude! Renuncio! Quien realmente pueda hacer este trabajo al nivel que hoy están exigiendo, tome mi lugar”?

Y no los estoy defendiendo, simplemente tenemos que tomar consciencia de que quitar la inseguridad y el crimen no es labor de un solo hombre o de un puñado de bien intencionados, y tampoco es de tajo, mucho menos en un país como el nuestro. Y perdonen mi burda y tal vez idiota comparación, pero así como paso en la película de “The Dark knight” al momento de volar el barco de enfrente… todo mundo opina, grita y vocifera, pero a la hora de los madrazos, nadie se atreve a ponerle fin.

La marcha del sábado no es democracia ejercida, ni una sociedad organizada. Es la válvula de escape para el sentimiento egoísta y apantallador de decir “Yo ya cumplí! Me vestí de blanco, me queme mi manicure con cera, y camine 3 km con mis Ferragamo. Ahora tú ponte el chingadazo! Que para eso te pago!”

Esperemos que una verdadera organización dé seguimiento y genere propuestas que reformen la cultura de este país. Y esto no sea una llamarada que se genere cada que toquen a un poderoso o a algún famoso. El cambio esta en la gente, en ud y yo.

Tarzan…

2 comentarios:

::júbilo::haku:: dijo...

sale despues en las noticias.. que un secuestro se resolvio durante la marcha.. le rpeguntan a la madre del secuestrado si denuncio el hecho... la respuesta NO.

como exigir a las autoridades que actuen si no se denuncia?

Neri dijo...

Vientos Tarzán! Me enervan esas marchas! qué digo marchas? Las caminatas buena onda. Aggghhhh...