La situación mundial se ha ido agravando conforme van pasando los años. No importando la orientación religiosa u el concepto que cada uno tengamos acerca del famoso fin del mundo, la cosa parece que se va complicando cada vez.
Estamos siendo bombardeados con noticias acerca de la escasez de comida, el petróleo parece imparable, el maíz no cede y a los hombres de buena voluntad sobre la tierra parece no preocuparles. Creo que en este sentido, no solo a los mexicanos nos aplica la noción de querer tapar el pozo después de que el niño se ahoga.
El crecimiento desmedido de la población en otras latitudes de la tierra hace que países como China y la India tengan hoy el desarrollo económico mas notable de su historia y de la tierra y sin embargo, también tengan los extremos mas marcados entre riqueza y pobreza. No se deprima mi emotivo lector, México también concentra este tipo de extremos. Vaya a darse una vuelta a la sierra norte del estado de Puebla, donde los perros comen perro y luego regrese a un rol por Bosques de las Lomas.
Los altos precios en los energéticos nos van a costar. A esto, sumémosle la incapacidad de PEMEX por renovarse y generar tecnología, sea para extracción o refinación, no podemos producir lo que nosotros mismos consumimos y los precios de gasolina, turbosina y demás “inas” siguen subiendo. El senado esta en debate acerca de si abrir o no PEMEX a la inversión privada, -definitivamente es un procedimiento mas civilizado que el andar bloqueando congresos y avenidas- todos los frentes exponen sus razones de por que sí y de por que no. Personalmente creo que se debe invertir en tecnología e impulsar a PEMEX a ser la empresa productora que necesitamos. El recurso lo tenemos y ya esta probado que no somos generadores de tecnología y, seamos honestos, la paraestatal no ha dejado de ser saqueada desde su concepción. Espero que el debate arroje el resultado esperado y se de el paso a la modernidad que se necesita. El petróleo no se esta vendiendo y la soberanía de la nación no depende del crudo. Podríamos ahondar más en ese tema.
El tema de la hambruna, que ha explotado durante la última semana, ya nos tiene a todos con los pelos de punta. Se aplicaran subsidios a la tortilla y al bolillo. Tendencias izquierdistas políticas culpan al neo-liberalismo por descuidar el campo (el ultimo libro de Salinas también lo hace). El apoyo al campo es inexistente y la producción se ha venido mermando. Los precios se caen, no hay un flujo de distribución y consumo regulado y bien establecido (vean a todos los que venden piñas, naranjas y demás en las esquinas de la ciudad) y al final la comida no llega a quien tiene que llegar; zonas de estados como Chiapas, Guerrero, Chihuahua y Puebla padecen malnutrición y ganaderos productores tiran litros y litros de leche en el monumento a la revolución. Hasta caía en gracia ver tanta pinche vaca en pleno DF, sin embargo para nuestro maravilloso consuelo mexicanesco, no somos los únicos que no producimos (y desperdiciamos) lo que nosotros mismos comemos. En Haiti se alimentan con galletas echas con tierra, agua y mantequilla. En Bangladesh se comen los insectos. Etiopia hierve piedras para tomar el caldo… y así y así y así.
Metamos ahora la cabeza en el apartado de terremotos… en China mas de 50 mil habitantes perdieron la vida, en Islandia otra sacudida…
No lo tome ud a manera de histeria colectiva, pero ya estamos en los días en que no podemos ignorar lo que sucede a nuestro alrededor y todavía no es tan tarde para que todos aportemos algo. México es rico en recursos, y los estamos malgastando. Nuestro foco principal es ver quien gana entre PRI, PRD y PAN y no nos preocupamos por los problemas de fondo, las verdaderas agravantes del país, las cuales una vez que explotan afectan de igual manera a todos sin importar los colores y de los que ni el PRI, ni el PRD, ni el PAN nos van a sacar. Creo que la expectación y reactividad del pueblo mexicano es su principal enemigo. Necesitamos ser proactivos, proponer en lugar de aceptar y lo que es peor, no proponemos y de todo protestamos.
Y regreso al tema de unos párrafos arriba. Todo mundo protesta cuando se dice que “se va a vender el país si se abre PEMEX”. La soberanía de la nación no depende del crudo. El crudo no nos mueve como identidad mexicana, aunque sí es la 2da fuente de ingresos del país. El querer satanizar la apertura de PEMEX con la perdida de identidad nacional, es demasiado obvio y hasta, digamos de manera polite, inocente. La frase de “el país tiene el gobierno que el país se merece” hace que recapacitemos en que al final, los que habitamos este país somos los que marcamos y deberíamos marcar lo que realmente queremos y mantener nuestra soberanía (no se lea con tintes bélicos o de rebelión) intacta. Como? Sencillo… el gobierno permite entradas de trasnacionales en el mercado del consumo. Un mercado tan grande que en épocas de bonanza la central de abastos de la Ciudad de México movía mas dinero en un día que la misma Bolsa Mexicana de Valores. Que paso? Se abre la presencia de empresas como Walmart, y todos los mexicanitos, idiotizados por los espejitos y los cascabeles que los gringos nos vienen a mostrar, corremos a comprar, por que lo “in” es comprar en tienda gabacha… Así, le dimos a SAM´S, Walmart, Superama, VIPS y Suburbia, prácticamente el control del mercado de consumo, propiciando que sea esta empresa quien dicte las condiciones de pago a proveedores (hasta 120 días), precios, promociones y acapara mas del 50% de la producción de las principales empresas productoras mexicanas, incluidos los productos del campo. Hoy la central de abasto, (tampoco la estoy santificando) no llega en su mejor día ni a un 60% de su movimiento anterior. Luego, el gobierno le abrió la puerta y le permitió implementar un servicio de tarjetas de crédito. Los intereses que esas tarjetas cobran son, algunas, de casi el 90%, y lo ultimo, es que ya hasta banco tienen. Quien protesto? Quien dijo “Hey! Están rompiéndole la madre a los productores? Están reventando el mercado de consumo (uno de los mas grandes del país) y van a empezar a dañar la cadena?” o en el peor de los casos, nadie defendió sus propios hábitos. Nadie protesto, todos obedecimos y hoy la filial México es la segunda más grande del mundo solo detrás del mismo EUA. Que hicieron otros países? En Alemania, esta empresa trato de entrar con su formato. Los alemanes se resistieron a este formato, no acudieron a comprar (por iniciativa propia) y obligaron a la salida de esta tienda. Nosotros los recibimos con las manos abiertas, los levantamos en hombros como dioses caídos del cielo, recogimos los espejitos que nos regalaron y les entregamos el campo, la producción nacional y nuestro patrimonio. No? Pregúntenle a EASO. El modelo es tan repetitivo y tan aplicable al mercado mexicano, que Soriana aplica el mismo método de presión a empleados y proveedores, ósea, hasta copiamos lo que no deberíamos de hacer.
Esa es la soberanía que se debe de defender, la propia, la nuestra. No es resistencia al cambio, es impulsar nuestro propio desarrollo y no aceptar todo lo extranjero como ley. Ahí es donde se vende al pais… es mas, donde cada uno lo regalamos de mano propia! No lo tome como una propuesta radical de no aceptar nada de fuera del país, lo cierto es que difícilmente podríamos comer o movernos si lo hiciéramos, la propuesta es solo de analizar antes de hacer algo. Pensemos lo que estamos haciendo y midamos las consecuencias, individualmente.
Por ahí podríamos empezar a aplicar un cambio.
Tarzan… Chale! La neta no es fácil!
Estamos siendo bombardeados con noticias acerca de la escasez de comida, el petróleo parece imparable, el maíz no cede y a los hombres de buena voluntad sobre la tierra parece no preocuparles. Creo que en este sentido, no solo a los mexicanos nos aplica la noción de querer tapar el pozo después de que el niño se ahoga.
El crecimiento desmedido de la población en otras latitudes de la tierra hace que países como China y la India tengan hoy el desarrollo económico mas notable de su historia y de la tierra y sin embargo, también tengan los extremos mas marcados entre riqueza y pobreza. No se deprima mi emotivo lector, México también concentra este tipo de extremos. Vaya a darse una vuelta a la sierra norte del estado de Puebla, donde los perros comen perro y luego regrese a un rol por Bosques de las Lomas.
Los altos precios en los energéticos nos van a costar. A esto, sumémosle la incapacidad de PEMEX por renovarse y generar tecnología, sea para extracción o refinación, no podemos producir lo que nosotros mismos consumimos y los precios de gasolina, turbosina y demás “inas” siguen subiendo. El senado esta en debate acerca de si abrir o no PEMEX a la inversión privada, -definitivamente es un procedimiento mas civilizado que el andar bloqueando congresos y avenidas- todos los frentes exponen sus razones de por que sí y de por que no. Personalmente creo que se debe invertir en tecnología e impulsar a PEMEX a ser la empresa productora que necesitamos. El recurso lo tenemos y ya esta probado que no somos generadores de tecnología y, seamos honestos, la paraestatal no ha dejado de ser saqueada desde su concepción. Espero que el debate arroje el resultado esperado y se de el paso a la modernidad que se necesita. El petróleo no se esta vendiendo y la soberanía de la nación no depende del crudo. Podríamos ahondar más en ese tema.
El tema de la hambruna, que ha explotado durante la última semana, ya nos tiene a todos con los pelos de punta. Se aplicaran subsidios a la tortilla y al bolillo. Tendencias izquierdistas políticas culpan al neo-liberalismo por descuidar el campo (el ultimo libro de Salinas también lo hace). El apoyo al campo es inexistente y la producción se ha venido mermando. Los precios se caen, no hay un flujo de distribución y consumo regulado y bien establecido (vean a todos los que venden piñas, naranjas y demás en las esquinas de la ciudad) y al final la comida no llega a quien tiene que llegar; zonas de estados como Chiapas, Guerrero, Chihuahua y Puebla padecen malnutrición y ganaderos productores tiran litros y litros de leche en el monumento a la revolución. Hasta caía en gracia ver tanta pinche vaca en pleno DF, sin embargo para nuestro maravilloso consuelo mexicanesco, no somos los únicos que no producimos (y desperdiciamos) lo que nosotros mismos comemos. En Haiti se alimentan con galletas echas con tierra, agua y mantequilla. En Bangladesh se comen los insectos. Etiopia hierve piedras para tomar el caldo… y así y así y así.
Metamos ahora la cabeza en el apartado de terremotos… en China mas de 50 mil habitantes perdieron la vida, en Islandia otra sacudida…
No lo tome ud a manera de histeria colectiva, pero ya estamos en los días en que no podemos ignorar lo que sucede a nuestro alrededor y todavía no es tan tarde para que todos aportemos algo. México es rico en recursos, y los estamos malgastando. Nuestro foco principal es ver quien gana entre PRI, PRD y PAN y no nos preocupamos por los problemas de fondo, las verdaderas agravantes del país, las cuales una vez que explotan afectan de igual manera a todos sin importar los colores y de los que ni el PRI, ni el PRD, ni el PAN nos van a sacar. Creo que la expectación y reactividad del pueblo mexicano es su principal enemigo. Necesitamos ser proactivos, proponer en lugar de aceptar y lo que es peor, no proponemos y de todo protestamos.
Y regreso al tema de unos párrafos arriba. Todo mundo protesta cuando se dice que “se va a vender el país si se abre PEMEX”. La soberanía de la nación no depende del crudo. El crudo no nos mueve como identidad mexicana, aunque sí es la 2da fuente de ingresos del país. El querer satanizar la apertura de PEMEX con la perdida de identidad nacional, es demasiado obvio y hasta, digamos de manera polite, inocente. La frase de “el país tiene el gobierno que el país se merece” hace que recapacitemos en que al final, los que habitamos este país somos los que marcamos y deberíamos marcar lo que realmente queremos y mantener nuestra soberanía (no se lea con tintes bélicos o de rebelión) intacta. Como? Sencillo… el gobierno permite entradas de trasnacionales en el mercado del consumo. Un mercado tan grande que en épocas de bonanza la central de abastos de la Ciudad de México movía mas dinero en un día que la misma Bolsa Mexicana de Valores. Que paso? Se abre la presencia de empresas como Walmart, y todos los mexicanitos, idiotizados por los espejitos y los cascabeles que los gringos nos vienen a mostrar, corremos a comprar, por que lo “in” es comprar en tienda gabacha… Así, le dimos a SAM´S, Walmart, Superama, VIPS y Suburbia, prácticamente el control del mercado de consumo, propiciando que sea esta empresa quien dicte las condiciones de pago a proveedores (hasta 120 días), precios, promociones y acapara mas del 50% de la producción de las principales empresas productoras mexicanas, incluidos los productos del campo. Hoy la central de abasto, (tampoco la estoy santificando) no llega en su mejor día ni a un 60% de su movimiento anterior. Luego, el gobierno le abrió la puerta y le permitió implementar un servicio de tarjetas de crédito. Los intereses que esas tarjetas cobran son, algunas, de casi el 90%, y lo ultimo, es que ya hasta banco tienen. Quien protesto? Quien dijo “Hey! Están rompiéndole la madre a los productores? Están reventando el mercado de consumo (uno de los mas grandes del país) y van a empezar a dañar la cadena?” o en el peor de los casos, nadie defendió sus propios hábitos. Nadie protesto, todos obedecimos y hoy la filial México es la segunda más grande del mundo solo detrás del mismo EUA. Que hicieron otros países? En Alemania, esta empresa trato de entrar con su formato. Los alemanes se resistieron a este formato, no acudieron a comprar (por iniciativa propia) y obligaron a la salida de esta tienda. Nosotros los recibimos con las manos abiertas, los levantamos en hombros como dioses caídos del cielo, recogimos los espejitos que nos regalaron y les entregamos el campo, la producción nacional y nuestro patrimonio. No? Pregúntenle a EASO. El modelo es tan repetitivo y tan aplicable al mercado mexicano, que Soriana aplica el mismo método de presión a empleados y proveedores, ósea, hasta copiamos lo que no deberíamos de hacer.
Esa es la soberanía que se debe de defender, la propia, la nuestra. No es resistencia al cambio, es impulsar nuestro propio desarrollo y no aceptar todo lo extranjero como ley. Ahí es donde se vende al pais… es mas, donde cada uno lo regalamos de mano propia! No lo tome como una propuesta radical de no aceptar nada de fuera del país, lo cierto es que difícilmente podríamos comer o movernos si lo hiciéramos, la propuesta es solo de analizar antes de hacer algo. Pensemos lo que estamos haciendo y midamos las consecuencias, individualmente.
Por ahí podríamos empezar a aplicar un cambio.
Tarzan… Chale! La neta no es fácil!